Hace varios días un conocido periódico alemán destapaba fuera de nuestras fronteras el “fraude del sector ibérico en España”, volviendo a sacar a la palestra una problemática que se viene denunciando en nuestro país desde hace años pero que, con el paso del tiempo, parece que estamos llegando a aceptar casi como lícita.
La polémica ha adquirido un mayor protagonismo si cabe, a raíz de la respuesta por parte del Gobierno sobre las certificaciones “a ojo” de los cerdos ibéricos.
¿Está garantizada la pureza de la raza del cerdo ibérico en nuestro país?
Francisco Espárrago, Gerente de Señorio de Montanera, ha manifestado en varias ocasiones su desacuerdo con algunos aspectos de la nueva norma de calidad del ibérico (Real Decreto 4/2014); norma que regula la fabricación del jamón ibérico, y que permite comercializar productos bajo la denominación comercial y racial de ibérico, aunque procedan de cerdos cruzados con duroc y producidos en masa. Esta concesión “oficial” no solo confunde al consumidor, sino que además perjudica claramente a la conservación de la raza y a la marca “ibérico”, que debiera ser propia de los animales de pura raza.
Hasta ahora la certificación de la raza mediante inspección visual ha funcionado muy bien, pero cuando el sector ibérico está bajo sospecha, tanto la Administración como AECERIBER deberían ser especialmente rigurosos y complementarlas con pruebas genéticas para determinar y certificar la pureza del ADN de los animales de la raza ibérica.
Así lo ha defendido Francisco Espárrago en las últimas entrevistas concedidas, tanto en el periódico alemán anteriormente citado (os dejamos también la traducción de este artículo al Español: La parte fraudulenta del sector ibérico – Grandes productos), como en la Cadena SER para el programa “SER Consumidores”; donde además denunció que “dos de cada tres de los jamones que se venden como bellota, no lo son”.
Jamón de bellota 100% ibérico Señorío de Montanera
Además, la reglamentación actual sobre la calidad del ibérico “permite engordar cochinos antes de su sacrificio en recintos arbolados y con un cerdo por cada hectárea, pero también autoriza su cebo en parcelas con una carga ganadera de 15 animales por hectárea y donde no existe una sola brizna de hierba y el arbolado está muerto” por la sobreexplotación y el hacinamiento de los animales. Según Espárrago, esta última opción productiva “es perfecta para las grandes corporaciones que destrozan así grandes extensiones de terreno, por cuanto este tipo de engorde final al aire libre se realiza con piensos y en fincas que por lo general no disponen de sistemas de alcantarillado y las aguas residuales procedentes de las excretas de los animales contaminan el suelo“. Estos productos se califican como “cebo de campo” con un precinto de color verde.
En Señorio de Montanera defendemos la pureza de la raza como garantía de calidad de nuestros jamones ibéricos de bellota. Nuestros socios son ganaderos tradicionales del ibérico, que trabajan cada día por la conservación de la dehesa y la supervivencia de la raza 100% ibérica. Estamos especializados en una elaboración artesanal de nuestros productos ibéricos de bellota, transmitida desde hace generaciones y orgullosos de poder recuperar recetas tradicionales que estaban casi desaparecidas.
La cría del cerdo 100% ibérico en nuestro país es una producción única en el mundo que solo se consigue gracias unas condiciones climatológicas y un ecosistema natural muy característicos. Si no defendemos la pureza de la raza ibérica, como ventaja competitiva única, estamos destruyendo una marca extraordinaria y propia de nuestro país, de nuestros ganaderos. Estamos abriendo las puertas a la producción en masa y legalizando las “falsificaciones”, que además están prohibidas en otros sectores como la moda o joyería.