La pureza del ibérico
La sostenibilidad de una raza única
El cerdo ibérico puro
Cerdos de bellota 100% ibéricos
El respeto por la conservación de nuestras dehesas y el cuidado del cerdo ibérico puro se refleja en el carácter único y la calidad de los productos ibéricos Señorío de Montanera.
El cerdo ibérico es un animal de tamaño medio, piel pigmentada con variaciones entre negro intenso y colorado o retinto, y con pelo escaso (entrepelado) o ausente (lampiño). Sus extremidades o cañas son finas, resistentes y están provistas de pezuñas de color negro entero o con rayas blanquecinas como en la estirpe Torbiscal.
La cría del cerdo ibérico puro se mantiene ligada a las dehesas del suroeste de la Península Ibérica, rodeados de encinas y alcornoques centenarios que producen la bellotas. De este modo, se asegura la supervivencia de este ecosistema inigualable.
El cerdo 100% ibérico de Señorío de Montanera vive en libertad en su hábitat natural, las dehesas centenarias, y disfruta de más de 3 hectáreas de dehesa por cada animal.
Montanera
Alimentación exclusiva con bellotas
Una alimentación natural, a base de bellotas y recursos naturales que encuentra en la dehesa (raíces, hierbas, frutos silvestres, etc.), es trascendental para la cría del ibérico puro, siendo responsable del excelente aroma y sabor de sus productos elaborados. Durante la época de montanera (de octubre a marzo) un cerdo 100% ibérico puede llegar a consumir más de 15 kg de bellotas al día.
Preocupados por la conservación de nuestro ecosistema natural, en Señorío de Montanera defendemos una producción ganadera tradicional de cerdo de bellota 100% ibérico, la tradicional de nuestra tierra; con el objetivo de conseguir unos productos ibéricos de bellota de la máxima calidad y recuperar recetas tradicionales, mediante una elaboración puramente artesanal.
Tradición ganadera
Compromiso con el entorno
Nuestro respeto, y el de nuestros socios, por la naturaleza y por el cerdo ibérico en pureza lo demostramos día a día con la perseverancia con que cuidamos las dehesas desde hace muchas generaciones. Las familias de algunos de nuestros ganaderos llevan más de 250 años criando cerdos ibéricos en la Dehesa de Extremadura; protegiendo el arbolado y criando además de manera ininterrumpida los cerdos ibéricos de bellota. Una simbiosis perfecta de tradición, entorno natural y raza únicos.